Las patentes también han ido logrando por sí mismas caer muy antipáticas, sobretodo desde que empezaron a patentar seres vivos. Y las farmacéuticas se han cubierto de gloria con la gripe A.
Para terminar de redondear el cartel podían haber escrito: "No hay ningún milagro contra el envejecimiento, hay una patente. Muy pronto, solo quienes puedan pagarlo aparentarán 18 años eternamente!"
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